Es aquel que implica “una actividad física, el intercambio cultural, la interacción y la cercanía con la naturaleza. Esta experiencia puede implicar algún tipo de riesgo real o percibido y puede requerir un esfuerzo físico y/o mental significativo”. Es un tipo de turismo que se desarrolla en destinos con características geográficas y paisajes específicos.
Usualmente se considera que el turismo de aventura suele ser poco invasivo y que puede ser beneficioso para el espacio en el que se desarrolla. Pero dado que la naturaleza solo sirve como marco a la actividad que se lleva a cabo, es necesario que las actividades estén supervisadas y reguladas para asegurar que no signifiquen un perjuicio para el ecosistema.
Hay tres tipos de turismo de aventura universalmente reconocidos, a los que en ocasiones se añade un cuarto. Se trata de las actividades que se hacen en aire, en tierra y en mar, siendo la cuarta alternativa las que se realizan en nieve. Los ejemplos de actividades de cada tipo son: